La sal de manantial proviene de la sal prehistórica depositada en la profundidad de la tierra. Ríos subterráneos disuelven a su paso esta sal llevándola a la superficie. Separada del agua en forma natural por evaporación. Su densidad salina es ocho veces superior a la del mar. Contiene 19 veces más yodo y 35 veces más calcio que cualquier sal. Rica en hierro, magnesio, potasio y sulfatos.